Viernes 29 de Marzo de 2024

EDUCACION

1 de agosto de 2019

Aprender trabajando y trabajar aprendiendo

Por: Colegio Facundo Quiroga

Las nuevas tendencias en el mundo del trabajo obligan a reformular la educación, incluso desde los espacios donde se aprende.

 

Sabés qué tienen en común los fundadores de Google, Amazon y Wikipedia? Todos fueron a escuelas Montessori.

Montessori es un tipo de pedagogía que nace en la Italia de la posguerra y aún es considerada alternativa en nuestro país. Lejos de ponernos a analizar este tipo de educación, resulta interesante entender cómo algunos de los conceptos básicos que promueve pueden haber influido en la manera en que estos visionarios llevaron adelante sus emprendimientos.

Una de las ideas que sostiene esta metodología es que el ambiente también es un maestro. Y si miramos las oficinas de Google, entenderemos que hay algo de disruptivo e innovador que fue pionero en la industria. Luego, todas las empresas de tecnología se hicieron eco de esa tendencia, ante las pruebas irrefutables de aquello que funciona. Pero más allá del éxito, ¿qué podemos aprender de este caso?

La manera en que aprendemos, informa la manera en que entendemos el mundo. Ya lo dijo Robert Picard: “la educación es realmente una manera de mirar e interactuar con el mundo”. Por eso, es fundamental replantear la manera en que enseñamos para fomentar una mirada más inclusiva que nos prepare para trabajar en el mundo real, con problemas reales y sin un profesor al frente que nos diga qué hacer ante cada dificultad. 
El aprendizaje es continuo y tiene que nacer de un interés genuino, interno. Es necesario aprender a aprender y desarrollar un gusto por hacerlo. No perder la curiosidad respecto del mundo que nos rodea nos permite formular las preguntas indicadas para seguir avanzando.
El espacio nos modifica. Por eso es importante contar con ambientes diseñados especialmente, que inviten al aprendizaje, la experimentación, la comunicación y la investigación. Tanto en la escuela como en el trabajo.
 Repensar los espacios de trabajo y aprendizaje

Por caso, Acámica, academia de carreras en tecnología líder en la región, permanentemente está cuestionando los paradigmas de dónde ocurre el aprendizaje y el mundo del trabajo en las nuevas profesionales digitales. 

Inspirados por las oficinas de las empresas de tecnología más innovadoras, como Facebook, Airbnb o Spotify, e informados de las últimas tendencias en educación en Finlandia, Acámica diseñó su nueva sede en Buenos Aires dando respuesta a estas inquietudes. 

¿El resultado? Una oficina flexible, con un plan abierto que se convierte en espacio de aprendizaje absolutamente innovador en Argentina.

Mesas con rueditas, paredes que hacen las veces de pizarra y proyectores disponibles en todas las salas: la flebilidad como base de la educación. (Foto: Federico Kulekdjian)
Mesas con rueditas, paredes que hacen las veces de pizarra y proyectores disponibles en todas las salas: la flebilidad como base de la educación. (Foto: Federico Kulekdjian)

El proyecto y dirección de obra estuvo a cargo del Estudio Frías, que supieron interpretar y darle forma a las ideas de Tomás Escobar, CEO y cofundador de Acámica. En este espacio de trabajo y aprendizaje conviven varios conceptos que atraviesan el desarrollo: un espacio abierto, tecnología, transparencia y flexibilidad. 


Escritorios individuales con rueditas para poder trabajar solo o en equipo cambiando la configuración a demanda. Paredes que se escriben como pizarras, salas de reunión de vidrio, jardines verticales interiores, grada/biblioteca con almohadones y tecnología de punta son algunos de los features que hacen de esta sede un espacio único en el país.

Las nuevas oficinas de Acámica son una prueba fiel de que ya no es necesario viajar a Europa o Estados Unidos para conocer las últimas tendencias en arquitectura de la educación y el trabajo. 

Gradas con almohadones, biblioteca, jardines interiores verticales y mucha luz natural hacen de este espacio un lugar de encuentro preferido por la comunidad tecnológica. (Foto: Federico Kulekdjian)

Gradas con almohadones, biblioteca, jardines interiores verticales y mucha luz natural hacen de este espacio un lugar de encuentro preferido por la comunidad tecnológica. (Foto: Federico Kulekdjian)

Conscientes del impacto que genera en todo aquel que entra a este espacio, la academia de tecnología abre sus puertas para muchos eventos de la comunidad tecnológica, convirtiéndose en un punto de encuentro y de referencia local.

Innovación y futuro 

Un beneficio adicional de la búsqueda por innovar en educación es generar modelos sustentables, donde el verbo clave es reutilizar para reducir el impacto en el medio ambiente: el mismo espacio puede ser oficina de día y aula de noche. 

Siguiendo esta idea, y bajo un modelo de economía colaborativa, empresas como Globant, Mercado Libre, Incluit y Naranja abren sus espacios de trabajo por las noches para que nuevas camadas de entusiastas de la tecnología se formen en Desarrollo Web Full Stack, Diseño UXUI y Data Science. Así, los estudiantes de Acámica cursan sus clases en entornos de trabajo real y aprenden en donde algún día aspiran a trabajar. Luego entrarán en el mercado laboral para seguir aprendiendo.

Salas individuales con tratamiento de sonido para tener videoconferencias o dar clases on line. (Foto: Federico Kulekdjian)

Salas individuales con tratamiento de sonido para tener videoconferencias o dar clases on line. (Foto: Federico Kulekdjian)

La era digital no se detiene. Y las nuevas tendencias en el mundo del trabajo obligan a reformular la educación y los espacios donde se imparte la enseñanza. 

Ante ese panorama, diseñar y crear espacios que inviten a pensar diferente es el puntapié inicial para recuperar la pasión por aprender y el disfrute por enseñar.

 En Acámica, prevalece el concepto de espacios abiertos. (Foto: Federico Kulekdjian)

En Acámica, prevalece el concepto de espacios abiertos. (Foto: Federico Kulekdjian)

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