Jueves 28 de Marzo de 2024

EDUCACION

28 de noviembre de 2019

Acompañar a los hijos en la última etapa del año escolar

Ya se preparan para rendir los exámenes, en diciembre, como primera medida.

Faltan dos semanas y llegan las presiones de los padres, que exigen a sus hijos buenas notas para cerrar a término el ciclo lectivo 2019.

A menos de dos semanas de la finalización de las clases y del inicio del tiempo de recuperatorios, los alumnos se encuentran rindiendo las últimas materias para definir las notas finales. Otros que ya tienen sus notas insuficientes, ya se preparan para rendir los exámenes, en diciembre, como primera medida.

En esta etapa, por lo general, llegan las presiones de los padres, que exigen a sus hijos buenas notas para cerrar a término el ciclo lectivo 2019. Sin embargo, muchas veces las respuestas no son las esperadas y los tutores comienzan a ejercer exigencias que están fuera del alcance de los estudiantes.

Creo que es lo que sucede cuando se deja todo para último momento.


La última etapa escolar en los hijos es una preocupación de los padres. El proceso de los chicos aprendiendo es un proceso que se inicia cuando comienzan las clases. El tema es cuando los padres quieren cambiar el ritmo y el destino escolar de los hijos a último momento. Incluso hay gente que hasta hace muy poco estuvo haciendo diagnósticos psicopedagógicos.

Convoco a los padres a razonar sobre el tema. No podemos esperar todo un año para ver si el chico aprende sólo o si aprende con una maestra particular de la esquina de la casa; o con ayuda de los padres que ven que no aprende y continúan castigándolo. Le sacan la televisión, los juguetes, los tienen horas y horas con los cuadernos. Lamentablemente, deben saber que esto no es gratuito tampoco para la psiquis de los padres, ni es bueno que los papás vean que sus hijos están en esa situación”.

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Qué hacer

La solución viene por otra vertiente; comprender que al hijo le pasa algo que le obstaculiza estudiar, y que para ello hay profesionales que pueden hacerse cargo de ese tema, obviamente, con la colaboración de la familia que es esencial en este aspecto.

Somos los psicopedagogos que a través de un diagnóstico, vamos a poder valernos de aspectos importantes que van a conducir, guiar y abrazar el tratamiento psicopedagógico de un alumno, donde indiscutiblemente va a estar presente la familia, especialmente los padres.

Cuando todo esto no se ha realizado y se ha llegado a fin de año, y el alumno no ha aprobado, apenas regulariza, no lo vemos evolucionar, lo último que debemos hacer es desesperarnos y comenzar a enviarlo a varios profesionales para ver si esta situación cambia. Con tantas presiones puede que el alumno cambie algo, pero ese cambio no es valedero, porque es un cambio de ese momento, porque todo lo que no se aborda desde sus raíces, difícilmente se podrá revertir en unas semanas.

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Entonces, si llegamos a fin de año sin haber abordado correctamente el problema en la escuela sobre un alumno, todo lo que hagamos va a ser ‘de última’, para solucionar la fachada de un problema, y esto no hay que perderlo de vista. Porque decimos ‘bueno, al menos has aprobado’, y seguramente al año nuevamente nos dormiremos sobre la problemática de ese niño y se repetirá la historia, hasta que tengamos un problema mayor.

Por eso es muy importante que los adultos puedan ponerse a la par de los hijos, trabajar en equipo hasta dónde la capacidad del alumno lo permita y asumir las consecuencias. Al año, éste será materia de analísis desde el principio, para evitar repetir la historia. 

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