Jueves 28 de Marzo de 2024

SOCIEDAD

30 de julio de 2020

Por que miente y roba el adolescente

Revisar nuestro comportamiento porque somos modelos, que el niño y, más tarde, el joven imitarán.

Por: Por:Redacciòn colegio"Facundo Quiroga"

Los adolescentes tienen estos comportamientos en muchos casos para ganar aprecio y aprobación de sus compañeros; algunos por rebeldía o para confirmar su oposición a la autoridad.

En la adolescencia, especialmente al comienzo, es frecuente que se presenten comportamientos inadecuados como una expresión que se orienta a construir la identidad, ganar autonomía y consolidar la personalidad del joven. Pero es importante aprender a reconocer cuándo una conducta reviste o no gravedad.

Los adolescentes roban y mienten por muchas razones, para desquitarse de los padres cuando sienten que han sido tratados injustamente, por reacción frente a algún evento que los agreda y también, a su vez, como muestra de agresividad.Lo hacen en muchos casos para ganar aprecio y aprobación de sus compañeros; algunos por rebeldía o para confirmar su oposición a la autoridad. 

Pero otros expresan con estas conductas inadecuadas una demanda de afecto y atención, así como falta de seguridad en sí mismos o baja autoestima. Algunos recurren a la mentira para evitar los castigos, para ganarse la admiración de los demás o no parecer menos que ellos y evitar así ser rechazados.

Igualmente, el miedo puede inducirlos a actuar de este modo. Además robar puede ser una aventura porque a los adolescentes les fascinan los riesgos. Deciden apropiarse de lo que les gusta, por estar a la moda, hurtan cosas de los supermercados o le extraen objetos a sus compañeros.

La mentira y el robo están asociados a otras conductas como huir de casa, así como también, en otros casos, al uso de drogas o alcohol o al abuso de la sexualidad. La mayoría de las veces un joven que tiene estas actitudes requiere ayuda y comprensión.

En realidad la honestidad y el aprecio por la verdad son valores que se forman desde la infancia a través del ejemplo y de las actitudes de los padres y constituyen los pilares básicos del comportamiento del adolescente.

Muy seguramente un niño que ha experimentado que en su familia las situaciones cotidianas, los problemas y dificultades se enfrentan de manera franca y sincera, aunque las consecuencias no sean las mejores, tendrá mayores probabilidades de ser un adulto íntegro. Por ejemplo, los niños aprenden de las disculpas o mentiras que utilizan algunos padres para eludir compromisos sociales y lo extienden para evitar las tareas que les son desagradables.

Muchas veces los adultos transmitimos la idea de que lo importante no es ser honesto y veraz, sino parecerlo; con esta actitud estamos diciendo que en algún momento mentir o tomar lo que no nos pertenece es permitido, siempre y cuando no se deje coger. Enseñan que el fin justifica los medios y que si hay una buena causa se pueden violar los principios morales y sociales.

Es clave, entonces revisar nuestro comportamiento porque somos modelos, que el niño y, más tarde, el joven imitarán.

Cómo manejarlo - Cuando lo pille robando o diciendo mentiras, no reaccione de manera violenta, esto sin duda puede agravar las cosas y generar dos actitudes igualmente contraproducentes, que se aísle o que se rebele. Asuma una actitud tranquila y calmada, no entre en pánico.

- Indague por los motivos que lo condujeron a tener esta actitud, recuerde que hay muchas razones por las cuales un adolescente incurre en estos actos, no necesariamente tiene que ser lo peor.

- Pregunte si otras veces lo ha hecho, averige con discreción si en el colegio ha habido incidentes parecidos donde él se ha visto involucrado y conozca sobre las amistades que frecuenta. A veces estos comportamientos son reforzados en el grupo como actitudes de riesgo que les aumenta la imagen frente a los otros.

- Acuda al diálogo pero no lo ponga contra la pared para que diga la verdad. Exprésele algo como que usted espera que él reflexione sobre lo que hizo , y puedan hablar en un momento determinado sobre esto, para tomar algunas medidas, como devolver lo robado, enfrentar la situación con la verdad u ofrecer disculpas a alguien.

- No lo juzgue como mentiroso o ladrón, refiérase específicamente a la acción inadecuada que tuvo y no a él como persona. No lo descubra en público, ni lo amenace, esto aumentará su rebeldía, además de que le genera rabia y resentimiento. Así mismo, evite la ironía y los comentarios de doble sentido.

- Premie o dé reconocimiento a su hijo/a cuando diga la verdad o respete las cosas de los demás. No es fácil actuar de esta manera, la mentira por ejemplo trae muchas veces beneficios, como librarlo de un castigo o del desprestigio, por lo tanto decidir decir la verdad a pesar de las consecuencias, es algo que debe expresarse, para que de esta manera aprenda que ser honesto sí es bien visto en la sociedad.

- No lo trate como si fuera un delincuente, esfuércese por no perder la confianza en él y darle la oportunidad de corregir estas conductas, alabe el esfuerzo que hace en este sentido.

- El castigo no debe ser utilizado para evitar o corregir la mentira, porque en la mayoría de las ocasiones, para evitarlo, los niños y los jóvenes terminan por aprender a perfeccionar la calidad de sus mentiras.

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