Jueves 25 de Abril de 2024

EDITORIAL

1 de octubre de 2020

Quino y sus personajes construyeron arquetipos sociales

Homenaje de Mafalda a su papá Quino

Mafalda marcó un recorrido que ha sido sostenido a través de los años. Las tiras de escritor y dibujante son utilizadas en la educación para revalorizar los derechos de los niños y la paz.

Joaquín Salvador Lavado Tejón, tal su nombre completo, nació en Mendoza (Argentina) el 17 de julio de 1932, aunque en los registros oficiales, fue anotado el 17 de agosto. Desde su nacimiento fue nombrado Quino para distinguirlo de su tío Joaquín Tejón, apreciado pintor y diseñador gráfico, con el que, a los tres años de edad, descubrió su vocación.

A los 13 años se matriculó en la Escuela de Bellas Artes, pero en 1949 “cansado de dibujar ánforas y yesos”, la abandonó y decidió convertirse en dibujante de historieta y humor. Y a los A 18 años se trasladó a Buenos Aires en busca de un editor dispuesto a publicar sus dibujos, pero pasaría tres años de penurias económicas antes de ver su sueño hecho realidad.

En 1960 se casó con Alicia Colombo y en 1963 apareció su primer libro de humor, “Mundo Quino”, una recopilación de dibujos de humor gráfico mudo con prólogo de Miguel Brascó, quien lo presentó a Agens Publicidad, que buscaba a un dibujante para que creara una historieta “mezcla de Blondie y Peanuts” para publicitar el lanzamiento de una línea de productos electrodomésticos llamados Mansfield, razón por la que el nombre de algunos de los personajes debían comenzar con la letra M, de ahí Mafalda.

Mafalda, el personaje más emblemático de Quino, el que se convirtió en una referencia de la memoria social y política de la Argentina se publicó por primera vez el 29 de septiembre de 1964 y logró interpelar a niños y adultos con irreverencia y elocuencia en la lucha contra la injusticia, la hipocresía y la discriminación.

¿Quién es Mafalda? Quizás sea la pregunta más frecuente que le hayan hecho a este hombre que nunca perdió el encanto de la inocencia: “Es una persona que se interroga sobre el mundo y los males que no se corrigen. Hace las preguntas que me sigo haciendo ahora de adulto, yo quería decir a través de ella lo que veía mal y había que corregir. Hablo poco, por eso elegí el dibujo para expresarme”, tuvo que contar tantas veces.

En esa publicación en la Revista Primera Plana, con formato de tira y con el objetivo inicial de publicitar una línea de electrodomésticos de nombre Mansfield, lanzada por la firma Siam Di Tella, el dibujante y humorista gráfico, fallecido ayer a los 88 años, introdujo en la historia a ese personaje popular que fue la niña eterna que habló 40 idiomas y se ubicó en la vereda opuesta al capitalismo.

Cuestionadora, rebelde y anticapitalista, Mafalda marcó un recorrido que incluyó las páginas del diario El Mundo y del seminario Siete Días pero su polisemia no estaba sola, estaba acompañada por sus amigos Manolito, Felipe, Susanita, Miguelito y Libertad. Su familia estaba compuesta por su madre (Raquel), una ama de casa con un pasado como pianista, un padre que trabajaba en una oficina e intentaba responder a los planteos de hija mayor y Guille, el hermano más chico al que le gustaba la sopa y amaba a Brigitte Bardot.

El dibujante y humorista gráfico Joaquín Salvador Lavado, conocido como “Quino”, creador de la emblemática tira Mafalda, falleció ayer a los 88 años. 

Así como amaba a Los Beatles, defendía la democracia, los derechos de los niños y la paz, Mafalda denostaba la sopa, las armas y la guerra y era la contracara de Susanita, esa niña que soñaba con casarse, tener hijos y no estaba dispuesta a incomodarse ni a cuestionar las reglas del mundo en el que vivía.

Mafalda se publicó por primera vez el 29 de septiembre de 1964.

Mafalda se publicó por primera vez el 29 de septiembre de 1964.

En esa tira que cuestionaba totalitarismos y mandatos familiares, sexistas y generacionales también estaba Manolito, el amigo comerciante que se rodeaba de la caja registradora, los balances, discutía con Susanita y odiaba a Los Beatles, los hippies y los descuentos y Felipe, el que no quería ir a la escuela, no quería levantarse temprano y amaba los crucigramas y en secreto a Muriel.

Además estaba Libertad, la niña que reivindicaba las revoluciones, la cultura y funcionaba como aliada de Mafalda en sus cuestionamientos, y Miguelito, ese amante del jazz y los discursos abstractos que se pensaba siempre en primer plano.

Sobre Felipe, Quino contó que estaba inspirado en su amigo Jorge Timossi, el periodista argentino fundador de la agencia cubana Prensa Latina y un incondicional de la revolución de Fidel Castro quien dijo haber recibido por primera vez una tira de Mafalda estando en Argelia y pensar que ahí había “algo familiar”.

OTROS LIBROS

Quino publicó también los libros de historieta “Mundo Quino”; “Quinoterapia”; “A mí no me grite”; “Yo que usted?”; “Gente en su sitio”; “Potentes, prepotentes e impotentes”; “Sí, cariño”; “Yo no fui”; “Humano se nace”; “Bien, gracias, ¿y usted?”; “Hombres de bolsillo”; “A la buena mesa”; “Ni arte ni parte”; “Déjenme inventar”; “¡Qué mala es la gente!”; “¡Cuánta bondad!”; y “Cuentecillos y otras alteraciones”.

PREMIO PRÍNCIPE DE ASTURIAS

En 2014, fue distinguido con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación, el primero que se le otorga a un dibujante en toda su historia. “Mafalda diría que soy un traidor a mi personaje yéndome a reunir con los reyes”, bromeó días antes de recibir el premio en España, un reconocimiento casi paradójico para el personaje de una niña rebelde que defendió sus consignas antisistema y la igualdad de derechos, entre otras batallas cotidianas.

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