¿Por qué si estoy preparado aún no ingreso? Muchos jóvenes pasan por esta interrogante al no lograr una vacante en la universidad y pueden tener reacciones emocionales tales como frustración, tristeza y sentimientos de culpa, ya que la edad en que atraviesan son especialmente vulnerables. ¿Qué podemos hacer para sobrellevar esta situación?

Debido a que postular a un centro de estudios es una experiencia importante ya que representa un primer logro en su desarrollo, en algunos casos, los postulantes tienen como principales problemas a la presión familiar, la escasa preparación preuniversitaria y la falta de confianza en sí mismos, lo que llevan a sentirse mal al conocer los resultados desaprobatorios.

Así lo sostuvo el psicólogo del hospital Hermilio Valdizán, Milton Hernández Bustamante quien explicó que estas son reacciones de no ser identificadas y tratadas oportunamente, pueden dar lugar a síntomas de ansiedad y depresión que en mayor intensidad podrían conllevar a conductas autoagresivas o de riesgo.

La comunicación es importante para superar la crisis

Por estas razones, es necesario que los jóvenes y los padres fomenten con mayor razón la comunicación familiar, especialmente luego del intento fallido de ingreso a la universidad; y transformar este evento negativo en una oportunidad para intercambiar opiniones e identificar los errores que pudieron influir en los resultados obtenidos.

 “Es fundamental que se reafirme el afecto hacia los hijos empleando mensajes que les hagan entender que lo ocurrido formará parte de sus experiencias de vida y que por encima de los resultados estará presente en todo momento el apoyo permanente”, manifestó el especialista.

Hernández Bustamante afirmó además que en todo proceso de admisión es importante considerar la evaluación previa de las aptitudes e intereses de los postulantes, a través de la orientación vocacional, pues esta herramienta les permitirá elegir la carrera en función de sus características individuales y del perfil profesional requerido.