Jueves 28 de Marzo de 2024

ESCUELA DE PADRES

29 de marzo de 2017

Relación entre padres e hijos forma la seguridad emocional

Las interacciones entre padres e hijos constituyen el eje alrededor del cual se forma la seguridad emocional que permite a las personas ejercer su capacidad para ser autónomas y expresar sus capacidades y talentos. Se han identificado tres estilos claros de relación, que se muestran con frecuencia en las relaciones familiares:

Los padres…

  1. Consideran que los hijos deben ser sometidos a su voluntad, forzados a cumplir sus instrucciones y deseos porque ellos son los únicos que saben que es lo que conviene a los menores.
  2. Creen que la única manera de criar hijos responsables y cumplidores de su deber es tratándolos con “mano dura como nos educaron a nosotros”, y por ello con frecuencia utilizan los gritos, los insultos, los golpes y las amenazas, para doblegarlos y forzarlos a la sumisión.
  3. Son personas muy críticas con los hijos; parecen estar siempre insatisfechos con su desempeño, exigen perfección, imponen sus creencias e ideas y demandan absoluto respeto pero no los respetan.
  4. Creen que su función es domesticar a los hijos, en vez de promover su formación y eeducación.

Consecuencias para los hijos:

  1. Se rebelan o se someten. Son personas que crecen con una gran inseguridad personal, que los lleva a utilizar en sus interacciones, las mismas formas de relación que tuvieron con sus padres.
  2. Se crean profundas dudas sobre su valor y competencia personal. Buscan ser mejores para sentirse valorados; adoptan normas rígidas a través de las cuales establecen parámetros de perfección inalcanzables.
  3. Adquieren una inseguridad que puede llevar a depresiones y conductas autodestructivas (drogas, promiscuidad, suicidio, etc.)
  4. Actúan por temor o por complacer a los demás, no por convicción personal.
  5. Se sienten atropellados. No admiran, sino que temen a sus padres.

Métodos permisivos: Los padres…

  1. Creen que a los hijos hay que dejarlos hacer lo que quieran porque “si  se les corrige se traumatizan” o porque “los niños de hoy son insoportables y lo único que puede hacerse es “aguantárselos mientras crecen y maduran”.
  2. Prefieren complacerlos antes que corregirlos, porque tienen poco tiempo para estar con ellos, o porque temen el conflicto  y a perderlos si se les contraría.
  3. Les dan todo lo que quieren (pero no lo que necesitan), ya que no ejercen a cabalidad sus funciones paternas.
  4. Piensan que formar a los hijos es cuestión de dejarlos crecer. No tienen claridad de la educación que quieren brindarles.
  5. No ponen límites ni enseñan normas, lo cual genera gran inseguridad y dificultad para desarrollar su autocontrol interno.
  6. Por lo general están mas interesados en lo que es cómodo para ellos, que en lo que es conveniente para los hijos.

Consecuencias para los hijos

  1. Irrespetan a los padres y se sienten irrespetados.
  2. Son desinteresados y lo demuestran en sus actitudes.
  3. Muestran una profunda inseguridad, ya que no saben lo que se espera de ellos.
  4. Perciben a los padres como débiles y los desprecian.

La relación entre padres e hijos basada en estas dos formas de autoridad: Autocráticas y permisivas, lleva a un deterioro de la autoestima y como resultado se ven afectadas la convivencia familiar y el bienestar de sus miembros, ya que la relación que se crea desgasta los lazos afectivos y obstaculiza su desarrollo personal.

Si desea conocer cual es el método adecuado de autoridad vea en esta misma edición la sección Paternidad Responsable bajo el tema Método Eficaz de Autoridad. De igual manera si desea ampliar estos conceptos puede participar en nuestros cursos inscribiéndose ahora mismo.

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