"El cuadro Sin pan y sin trabajo es conocido como la primera pintura argentina que retrata la desocupación y, en términos de estilo, pertenece al realismo, un movimiento comprometido con las clases bajas." Así se presenta el óleo de Ernesto de la Cárcova que integra una colección de 24 reproducciones de obras de arte que en los próximos días llegarán a todas las escuelas primarias del país.

Se trata de la muestra Arte en la comunidad educativa, una iniciativa privada impulsada en conjunto con el Ministerio de Educación de la Nación y que incluye obras de pintores argentinos entre los que se encuentran Xul Solar, Antonio Berni, Fernando Fader, Ángel Della Valle y Raquel Forner.

El mentor del emprendimiento, Ricardo Esteves, director de IRSA, afirmó en diálogo con LA NACION que se trata de "una donación hecha por las empresas Claro y Banco Hipotecario que enriquecerá el trabajo educativo de cada escuela".

"Sugerimos -agrega- que las láminas sean montadas en soportes y exhibidas en aulas o salones. Después los docentes y directivos decidirán cuándo, cómo y en qué disciplinas trabajar con ellas."

El secretario de Educación, Max Gulmanelli, informó que las láminas serán enviadas, junto con un cuadernillo con actividades propuestas para los docentes, a un total de 27.285 establecimientos de nivel primario de todo el país a los que asisten unos siete millones de niños. Ese total incluye a todas las escuelas primarias comunes (19.310), de educación artística (1426), de educación hospitalaria (262), en contexto de encierro (302), de educación especial (1426) y de adultos(4559). Otros 126 grupos de láminas se enviarán a ministros provinciales, referentes sociales y educativos y a la Biblioteca Nacional de Maestros.

"Es una herramienta para ampliar los conocimientos de los estudiantes en el campo de la educación artística y particularmente de las artes visuales", dijo Gulmanelli.

Para la selección de las obras que integran la colección de láminas se consultó a críticos, académicos de arte y pedagogos especializados y se testearon las preferencias de niños en edad escolar. Según Esteves, en atención a las sugerencias de los críticos de arte, se incluyeron obras con un marcado anclaje histórico -como el caso de las de Prilidiano Pueyrredón y Cándido López- y emblemáticas del arte argentino, como La vuelta del malón, de Ángel Della Valle, y la mencionada de De la Cárcova. Se buscó elegir piezas que transmitieran un mensaje alegre, positivo y en cuya composición el color ocupara un rol protagónico.

"Los chicos se inclinaron más por lo contemporáneo y al arte abstracto", dijo Esteves. Y agregó que también se tuvo en cuenta la presencia de autores del género femenino y representativos de las principales colectividades que componen nuestra sociedad.

Así, la colección de láminas incluye la mayor diversidad posible de sujetos tratados en la pintura nacional; incorpora la naturaleza muerta, los paisajes campestre y urbano (tanto de Buenos Aires como del interior), el hecho histórico, la imagen surreal, el arte abstracto y obras construidas con materiales ajenos a la pintura, como latas y deshechos.

Explícitamente, en el cuadernillo de actividades se indica que "las láminas no llegan para estar colgadas en las paredes de la escuela, llegan para que los niños y niñas, los docentesy la comunidad educativa en su conjunto se apropien de ellas".