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10 de marzo de 2018

De tres estudiantes Uno ya egresa de las privadas

La modalidad a distancia explica en buena parte este nuevo fenómeno. También la orientación de las carreras a nichos con fuerte inserción en el mercado laboral.

La educación superior privada crece a niveles históricos. La oferta de nuevas carreras, los obstáculos –no económicos– de las universidades públicas y la flexibilidad en las formas de cursado son tres de los factores que explican por qué en Córdoba uno de cada tres egresados universitarios pertenece al sistema privado.

A 100 años de la Reforma, el sistema universitario argentino ha mutado de una manera extraordinaria. Y en los últimos 30, estos cambios se aceleraron. Desde la sanción de la Ley de Educación Superior, hasta las nuevas demandas de carreras por el avance de la tecnología, se multiplicó y se diversificó la oferta académica orientada al mercado laboral.

De acuerdo con los datos de la Secretaría de Políticas Universitaria (SPU) de la Nación, en 2016 se graduaron 17.826 personas en el sistema universitario cordobés. Esto incluye las cuatro universidades públicas (Universidad Nacional de Córdoba, Universidad Tecnológica Nacional, Universidad Nacional de Río Cuarto y la Universidad Nacional de Villa María) y las tres privadas más importantes (Universidad Católica de Córdoba, Universidad Blas Pascal y Universidad Siglo 21).

De ese universo de graduados, 11.434 corresponden al sector público y 6.392 al privado. Es decir: el 35,8 por ciento de los que obtuvieron un título de una institución superior lo hicieron en establecimientos no estatales. Si se agregara el Instituto Universitario Aeronáutico, se sumarían 599 egresados.
Este fenómeno se explica por el crecimiento de la demanda de carreras a distancia. Sólo para ejemplificar, los inscriptos para esta modalidad superan en el 70 por ciento de los matriculados, tanto en la UBP como en la Siglo 21.

“Hemos desarrollado carreras orientadas al mercado laboral y a la demanda. Es decir, que quien se recibe ve un beneficio directo porque va a poder insertarse rápidamente en un trabajo”, señala León Molina, director de Comunicación de Universidad Siglo 21.

“La aceptación social de la modalidad a distancia en la educación superior y el incremento de la matriculación de alumnos produjo la necesidad de innovar en las formas de enseñanza y las vías de contacto entre los docentes y los estudiantes”, asegura, por su parte, Eduardo Bavio, vicerrector de Asuntos Académicos de la Universidad Blas Pascal.

El principal caudal de estudiantes en las universidades privadas de Córdoba lo aporta la educación remota. La modalidad semipresencial o a distancia son las vedetes de las universidades surgidas desde los años 90 a esta parte como la Universidad Blas Pascal o la Universidad Siglo 21. La Universidad Católica, sin embargo, mantiene su formato de cursada tradicional.

“Hay una multiplicidad de causas por atender a la hora de ver estos índices. Uno de ellos es el incentivo que supone pagar una cuota. Otro de los factores es que hay diferencias organizacionales, generalmente las privadas se caracterizan por un mayor seguimiento al alumno para evitar la deserción”, apunta Olga Bonetti, vicerrectora académica de la Universidad Católica de Córdoba.

La posibilidad de administrar los tiempos de estudio, sin necesidad de marcar la asistencia, o afrontar los costos del traslado a otra ciudad se reflejan en la cantidad de egresados, coinciden en señalar las universidades privadas. La cifra de graduados no impacta sobre la universidad estatal, que mantiene su tasa de crecimiento. En definitiva, se amplió la demanda de educación superior.

 

En la provincia de Salta que cuenta con dos universidades. En la UNSa Antonio Fernández Fernández, rector de la UNSa, destacó que se dictan más de 80 carreras, siendo las más populares las relacionadas con ciencias de la salud. Además subrayó el interés por Medicina. Con respecto a la carrera de medicina, se mostró satisfecho puesto que los 180 alumnos que ingresaron desde el 2015 hasta el 2017 están todos activos cursando la carrera. “Ojalá que dentro de unos años podamos anunciar los primeros médicos de la universidad de Salta”, señaló. Se esperan cerca de 20 mil inscriptos en la UNSa para el 2018.

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Antonio Fernández Fernández, rector de la UNSa. Foto:Captura Web

 ¿Cuántos estudiantes en promedio se gradúan por año?

En 2009-2010 eran entre 140 y 150, y ahora tenemos entre 600 y 650 por año. En aquel entonces estábamos a la mitad de la media nacional y pasamos al doble de la media nacional. Durante mi gestión se van entregando 5.500 títulos, casi mil por año. Una buena cifra. ¿Cuánto tiempo tarda un estudiante en recibirse? Eso no está establecido. Depende de las carreras. Tenemos un buen indicio de que aquellos jóvenes de escasos recursos que reciben becas aprovechan y a los 6 o 7 años están recibidos. Sigue siendo el primero el año que presenta mayor índice de deserción...Sí, realmente la deserción más fuerte se nota en primero. Incluso hasta las vacaciones de julio. Creo que no solo es el tema del transporte gratis sino que algunos trabajan. Otros dicen: "Me equivoque de carrera". En la UNSa se calcula que hasta el 70% de los 15 mil preinscriptos no seguirán sus estudios. En la Ucasal el porcentaje de deserción histórico es del 20%. Los preinscriptos de ambas suman 18 mil.

Aula Magna Universidad Nacional de Salta (UNSa) Foto:Archivo

 

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Educación a distancia
La UBP fue pionera en este tipo de educación superior y cuenta con 120 puntos de educación a distancia en todo el país. Empezó con esta modalidad en el año 2000 y en la actualidad el 35 por ciento de los egresados totales cursó la carrera a distancia. En el ciclo 2018, calculan que entre el 70 y el 75 por ciento de los inscriptos lo hace por esta vía.

“Más del 80 por ciento de esos ingresantes de 2017 lo hicieron en modalidad a distancia, ya que la oferta presencial sólo la dictamos en Córdoba y Río Cuarto. En el resto del país, ofrecemos a distancia solamente. Tenemos presencia en todas las provincias, y la distribución tiene un correlato con la cantidad de habitantes por provincia”, aseguran desde la Universidad Siglo 21.

Sobre esta modalidad de educación remota se apalancó la Universidad Siglo 21 para impulsar un fuerte crecimiento en los últimos 10 años. Aumentó en ese período un 614 por ciento la cantidad de inscriptos. De 3.260 alumnos matriculados en 2007, pasó a 25.225 en 2016. Esta curva de crecimiento también se proyectó sobre los egresos. En ese mismo período, aumentó un 430 por ciento el número de graduados. Hoy se posiciona como la universidad privada con más estudiantes del país.

La Universidad Católica, por su parte, mantiene el número de egresados sin modificar su modalidad de cursada. Pero ya puso en marcha en algunas carreras un sistema mixto. “Estamos trabajando fuertemente propuestas que articulen en un mismo proyecto la modalidad presencial y la modalidad en línea. Hemos avanzado ya con un sistema blended, que va del 10 al 29 por ciento en modalidad no presencial”, explicaron desde la UCC.

La flexibilidad a la hora de estudiar es una ventaja para aquellas personas que trabajan, tienen a cargo su familia o viven en otra ciudad. Quizás por esta razón las personas que más optan por esta modalidad sean los mayores de 30 años, que tienen dificultades para sostener el ritmo y los horarios de cursado. En definitiva, se trata del mismo título habilitante, si se dejan al margen las consideraciones subjetivas sobre el prestigio de cada casa de estudios.

La introducción de la tecnología en la educación la hizo más inclusiva y sirvió para mejorar esta modalidad de estudio. Tutorías on line, materiales subidos a la web para ser descargados en cualquier momento y videos con explicaciones de profesores, son parte del formato de la educación a distancia.

Hay carreras o cursos que son nativos digitales. Son aquellos surgidos al calor del desarrollo, cada vez más vertiginoso, de la tecnología, como puede ser la licenciatura en Diseño y Animación de la Universidad Siglo 21. Las tradicionales también sufren este impacto de los tiempos. Carreras como Abogacía o Arquitectura comienzan a migrar e incorporar a la tecnología dentro de su forma de aprendizaje y de su campo de estudio en las universidades privadas.

Esta adaptación de la educación superior responde a los cambios vertiginosos de los últimos años y supone de alguna manera un quiebre en las formas enseñanza y aprendizaje.

La tendencia impactó en todos lados. La UNC se plegó recientemente a esta tendencia. El año pasado se sumó a la plataforma Edx –impulsada por Harvard y el MIT– y lanzó su propio Campus Virtual para dictar cursos cortos on line. Este año esperan contar con 10 mil inscriptos.

Egresados

De acuerdo con datos oficiales, los egresados de las universidades públicas siguen siendo mayoría. Descontando la curva exponencial de los últimos años de la Universidad Siglo 21, el resto mantiene el mismo promedio de graduados, aunque diversificó la oferta e incorporó nuevas modalidades.

Las privadas se precian de la relación ingresante-graduado a la hora de medirse con las públicas. Es decir de que los alumnos que empiezan tienen altas posibilidades de terminar su carrera. No obstante, la dinámica de las universidades públicas con el ingreso irrestricto y gratuito y la imposibilidad de borrarse de la matrícula –o mejor dicho, la falta de práctica al hacerlo– imposibilita a las universidades nacionales mostrar la misma relación.

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