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5 de abril de 2018

Mentalidad de crecimiento: Lo que necesita saber

¿Su hijo asume retos y es persistente cuando se trata de aprender? Puede que esto sea algo más que sentirse motivado o ser resiliente.

La actitud de su hijo puede ser el resultado de tener lo que se llama una “mentalidad de crecimiento”.

Este término describe cómo un niño enfrenta los retos y los percances. Los chicos con una mentalidad de crecimiento creen que sus destrezas pueden mejorarse con el tiempo.

En comparación, los chicos con una “mentalidad fija” piensan que sus capacidades son un rasgo rígido que no puede modificarse, sin importar lo mucho que lo intenten.

Tener una mentalidad de crecimiento puede traer verdaderos beneficios a los chicos con dificultades de aprendizaje y de atención. Puede ayudarlos a ellos mismos y a sus padres a reformular la manera en la que enfrentan los desafíos. Además, puede aportar información sobre el tipo de enseñanza y apoyos que pueden ayudar a los chicos a ser más exitosos.

Conozca más acerca de la mentalidad de crecimiento y lo que puede significar el desarrollarla para su hijo.

Qué es la mentalidad de crecimiento
El concepto de mentalidad de crecimiento se ha venido utilizando desde hace algún tiempo. Fue desarrollado por la profesora de Stanford University Carol Dweck. Ella y sus colegas realizaron una serie de estudios en los que encontraron que los chicos que se abrían paso ante los retos, creían que sus capacidades podían mejorar. Los chicos que se rendían ante los desafíos, creían que sus capacidades no cambiaban.

Imagine a una chica que tiene problemas para escribir y obtiene bajas calificaciones en sus ensayos. Si está convencida de que es debido a que es “mala en escritura”, y que no hay manera de cambiar eso, está mostrando una mentalidad fija y es probable que deje de intentarlo. Si dice que tiene dificultad para escribir, pero continúa intentando mejorar, eso demuestra una mentalidad de crecimiento.

No obstante, la manera como un niño afronta los retos no es algo fijo, según Dweck. Ese es uno de los malentendidos acerca de la mentalidad de crecimiento, ya sea que la tengas o no. De hecho, todos tenemos una mezcla de mentalidad fija y de crecimiento que se modifica de acuerdo a las experiencias que tengamos y a la crítica que recibamos.


Tener una mentalidad de crecimiento significa más que tan solo aceptar la crítica y tener una mente abierta. Los chicos que tienen esa actitud aceptan la crítica, aprenden de sus experiencias y crean estrategias para mejorar. Creen que aunque fallen en algo, de todas maneras pueden ser exitosos.

Por qué una mentalidad de crecimiento es más que tan solo esforzarse
Otro malentendido acerca de la mentalidad de crecimiento es creer que es lo mismo que esforzarse. Conocer la diferencia puede permitir que los padres usen un tipo de reconocimiento que promueva la mentalidad de crecimiento.

En ocasiones los padres piensan que puede ser de ayuda elogiar los talentos o “inteligencias” de sus hijos. Pero si usted dice a su hijo: “Eres realmente bueno en matemáticas”, está promoviendo una mentalidad fija. En realidad le está diciendo que la habilidad para las matemáticas es algo que se “tiene”.

Alabar los esfuerzos de su hijo, “trabajaste muy duro”, es útil y puede ayudar a desarrollar su autoestima. Sin embargo, no es suficiente para promover una mentalidad de crecimiento. Eso se debe a que los chicos pueden esforzarse, pero no ser exitosos, porque no están usando estrategias que funcionan.

Lo más importante es aplaudir la manera en que enfrentan los desafíos, no lo mucho que se esforzaron o lo bien que lo hicieron. Por ejemplo, usted podría elogiar a su hijo por la manera en que resolvió un problema de matemáticas o por la manera como organizó su tarea escolar para poder terminarla.

Eso se llama “elogiar el proceso”. Es el tipo de elogio más eficaz para promover una mentalidad de crecimiento, ya que pone el énfasis en los pasos que su hijo siguió para lograr el resultado.

Al enfocarse en el proceso, usted y los maestros de su hijo pueden mostrar que quedarse atascado, pedir ayuda e intentar nuevas estrategias también es importante. Por ejemplo, usted podría decir a su hijo:

“Estoy impresionado de lo mucho que trabajaste para completar tu proyecto de ciencias. Sé que tuviste dificultad para empezarlo y fue acertado que pidieras ayuda a tu maestro para averiguar cómo dividir el proyecto. Parece que trabajar con un compañero realmente ayudó a que terminaras todo el trabajo. ¡Tus calificaciones reflejan ese gran esfuerzo!”.

La mentalidad de crecimiento y los niños con dificultades de aprendizaje y de atención


Todos tenemos momentos en los que sentimos que no lograremos ser mejores en algo, o que estamos destinados al fracaso. Los chicos con dificultades de aprendizaje y de atención a menudo enfrentan más desafíos y contratiempos que otros chicos. Eso puede hacerlos más propensos a tener una mentalidad fija en lo que respecta a sus dificultades.

Los chicos con dificultades de aprendizaje y de atención puede que se sientan juzgados y criticados. Saben que no lo están haciendo tan bien como sus compañeros y podrían pensar que son “tontos”. Eso puede hacerlos sentir inseguros o a la defensiva, lo cual obstaculiza su desarrollo.

Averigüe cómo un papá se dio cuenta que tenía que dejar de decir a su hija que se esforzara más.


También afecta la mentalidad de los padres y los maestros. Ellos podrían decir a los chicos: Tan solo “esfuérzate más” usando las mismas estrategias o maneras de aprendizaje que no han funcionado anteriormente. Hacer esto no hará que los chicos se sientan mejor por el esfuerzo que están haciendo.

Cómo ayudar a su hijo a desarrollar una mentalidad de crecimiento
Gran parte de tener una mentalidad de crecimiento es no permitir que el fracaso en algo impida seguir trabajando para mejorar. Es importante que su hijo sepa que los obstáculos pueden ser una manera de avanzar. Dígale que es bueno decir cuando algo no esté funcionando. Anímelo a que abogue por sí mismo y a que pida ayuda a las personas que lo rodean.

Es también importante que su hijo sepa que las personas a su alrededor confían en que él encontrará maneras de arreglar los errores. Su respuesta natural puede ser tranquilizarlo diciendo algo como: “No te preocupes por eso. Quizá ciencias no es tu asignatura”. Sin embargo, esa reacción puede promover una mentalidad fija, ya que le enseña que él no puede mejorar en ciencias.

En lugar de eso, es mejor conversar acerca de los siguientes pasos a seguir. Hablen sobre lo que su hijo aprendió de sus experiencias. Por ejemplo, podría decir: “¿Cómo estudiarías de manera diferente la próxima vez? ¿Ayudaría hablar con tu maestro? ¿Sería útil tener una guía de estudio?”.

Desarrollar una mentalidad de crecimiento es un proceso continuo. Recibir y aceptar la crítica de otros, aprender de los errores y encontrar maneras innovadoras de enfrentar las tareas no es fácil. No obstante, es una manera valiosa para que su hijo aprenda que puede desarrollar sus talentos.

¿Busca maneras de ayudar a su hijo a manejar los desafíos? Lea acerca de estrategias para promover el pensamiento positivo. Descubra cómo desarrollar la autoestima de su hijo, y averigüe nuevas maneras de actuar cuando su hijo se sienta frustrado.

Puntos clave
Los chicos que poseen una mentalidad de crecimiento creen que sus capacidades pueden mejorar con el tiempo.


Elogiar la manera en que los niños abordan un reto es clave para ayudarlos a desarrollar una mentalidad de crecimiento.


Hable con su hijo sobre lo que ha aprendido de sus experiencias. Haga preguntas del tipo: “¿Cómo cambiarías tu manera de estudiar la próxima vez?”.

Fuente:Amanda Morin-Autora de The Everything Parent's Guide to Special Education

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