Sábado 27 de Abril de 2024

SALUD

25 de marzo de 2017

Las dietas más famosas, a examen

No todas las dietas son de fiar y, tras una pérdida casi milagrosa de peso, algunas esconden efectos secundarios que pueden poner en peligro la salud

Vegetarianas
Los menús de los vegetarianos estrictos no incluyen ni huevos, ni carne ni pescado. La mayoría tampoco consumen alimentos derivados de los animales, como por ejemplo la leche o la miel. Pero la ausencia de estos ingredientes, al contrario de lo que mucha gente piensa, no tiene por qué ser problemática desde el punto de vista nutricional si en los menús vegetarianos se asegura la presencia de:
Proteínas de buena calidad nutricional. La clave para conseguirlas está en mezclar adecuadamente las proteínas vegetales. Y esto puede ser tan sencillo como tomar un plato de lentejas con arroz. Al comer ambos productos a la vez, uno complementa al otro y se anula la carencia de ciertos aminoácidos (la metionina en las legumbres y la lisina en el arroz). Esto sólo ocurre si incluyes los dos ingredientes en una misma comida. De nada sirve tomar lentejas en el almuerzo y arroz en la cena. Siguiendo sencillas pautas sobre cómo mezclar los alimentos, las dietas vegetarianas pueden ser saludables.


Vitamina B12. Se encuentra fundamentalmente en la carne, los huevos y la leche. Si eres vegetariano puedes beneficiarte de ella incorporando en tus menús ingredientes como el extracto de levadura, los cereales enriquecidos, la leche de soja y margarinas vegetales que la contengan.

Vitamina D. Son ricos en este mineral el pescado azul, los lácteos enteros y la yema de huevo. Los vegetarianos pueden incorporarla a sus menús con productos enriquecidos con este nutriente, como por ejemplo algunas bebidas de soja. Tomar el sol unos minutos al día (siempre con la protección adecuada) también es una buena manera de que el organismo fabrique esta vitamina.
Calcio. Puede obtenerse de los frutos secos, pero para que la cantidad sea suficiente es importante consumirlos a diario. Además, las aguas duras (conocidas también como calcáreas) son ricas en este mineral. Existen complementos de calcio que pueden ser muy útiles, pero no los tomes sin la supervisión de tu médico.


Yodo. Su fuente principal es el pescado, aunque la leche y los huevos también lo contienen. Los vegetales son más o menos ricos en él en función del suelo en el que se cultivan. Para incrementar el aporte de yodo en tu dieta utiliza siempre sal yodada.


Si es un niño quien sigue una dieta vegetariana, sus padres deben tener siempre en cuenta que para que su crecimiento sea el correcto necesita buenas fuentes de proteína, calcio y vitaminas D y B12.

Las dietas ovo-lacto-vegetarianas, como su propio nombre indica, incluyen lácteos y huevos, por lo que es más difícil que se produzca un desequilibrio.

En la página web de la Unión Vegetariana Española encontrarás más información sobre este tipo de dieta.

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