Domingo 28 de Abril de 2024

ESCUELA DE PADRES

3 de julio de 2017

Errar es humano, perdonar… también tendría que serlo

La personas con alta inteligencia emocional se caracterizan por tener una personalidad firme y no tomarse demasiado a pecho los comentarios ajenos.

No se llevan las amenazas a lo personal y saben diferenciar entre hechos y opiniones. Diferencian las críticas constructivas de las críticas que sólo pretenden hundirlos y saben alejarse de comentarios despectivos que sólo traen destrucción. Saben distinguir entre los ataques y cómo reaccionan ante esos ataques y deciden hacerlo de la forma menos dolorosa para ellos mismos.

 

Reconocen cuando se equivocan y rectifican

Equivocarse es innato al ser humano y a todo proceso de aprendizaje. Las personas con alta inteligencia emocional aprenden de los errores en vez de sentirse víctimas. También piden perdón cuando es necesario si han hecho algo que ha podido afectar a otras personas de manera negativa. Piden perdón de corazón y perdonan.
Reconocen sus errores humildemente e intentan poner en marcha todo lo necesario para subsanar el daño o mejorar la situación. No se obcecan con una idea y se hunden con el barco, sino que están abiertos a nuevas ideas y opiniones teniendo en cuenta que son ellos los que pueden estar equivocados.

“Una vida dedicada a cometer errores no sólo es más honorable sino que más útil que una vida dedicada a no hacer nada” de George Bernard Shaw

Errar es humanoERRAR ES HUMANO, PERDONAR…TAMBIÉN TENDRÍA QUE SERLO.

Si los bebés fueran como adultos ninguno de nosotros estaría caminando ahora; afortunadamente ellos no están pensando en lo malo que es cometer errores por lo que se levantan después de cada caída hasta que finalmente resuelven el misterio de mantenerse erguidos, incluso lo hacen conservando el humor y la alegría.

Un error suele poder más que mil aciertos: ¿Porqué entonces no hacer al revés los balances del día que vivimos resaltando los pequeños logros, los desaciertos bien intencionados, la motivación que tan noblemente hemos sostenido a pesar de los malos tragos que nuestras equivocaciones nos han provocado? No sólo es posible “pensar al revés”, sino que es una experiencia cuyos resultados -estoy segura- se medirán por el bienestar que sentiremos en lo cotidiano.

En nuestras vidas, podemos llegar a aspirar a producir mucho y considerar que no nos hemos equivocado. ¿Pero qué es lo que hemos estado haciendo todo el día? Tal vez no hemos hecho más que cumplir con nuestras rutinas en actividades que no han tenido mucho sentido. Creo que sería preferible que cometiéramos muchos errores haciendo las cosas de manera creativa, cosas que nos lleven a ser mejores personas, personas más compasivas, que hagan que el mundo sea un lugar más amable, un lugar más feliz para todos.

Es mejor tomar riesgos al hacer cosas ya que así podremos profundizar más en las experiencias de la vida, aunque este tipo de vida implica inevitablemente el riesgo y cometer muchos errores. La única forma de crear es hacer un esfuerzo, fallar una y otra vez hasta que aprendamos a frustrarnos sin mayores consecuencias.

Es bueno saber amar nuestros errores ya que gracias a ellos hoy sabemos lo que sabemos. Es bueno también honrar las fallas en el momento exacto en el que somos capaces de verlas como una parte inevitable del proceso de aprendizaje. Es bueno reconocer los errores y perdonarlos, ya que esta también es la mejor vía para comprender más y mejor a los demás.

También es bueno saber estimar la diferencia entre el “error productivo” y el “error repetitivo”, el segundo requiere ser investigado en el marco de una vida en la que estemos siempre preparados para “profundizar” en nosotros. La observación permanente y constante de nuestro mundo interno nos llevará a esa clase de cordura que surge de no repetir los mismos errores una y otra vez, sino que busca aprender de todos y de cada experiencia.

Las personas emocionalmente inteligentes piden perdón de corazón y perdonan.

Las personas altamente inteligentes emocionalmente so conscientes de su entorno y no se centran demasiado tiempo en lo negativo. Prefieren mantener el foco en lo positivo de cada situación, incluso cuando tienen problemas. 

Saben que nadie es perfecto y que la perfección es una ilusión que lleva a tener expectativas demasiado distorsionadas respecto de la realidad. No persiguen hacerlo todo bien a la primera. Saben que todo forma parte del proceso de aprendizaje y que errar es humano. La perfección es una trampa, una manera de retenerte y mantenerte en la parálisis por el análisis.

Las personas emocionalmente  inteligente se rodean de gente alegre y con buenas vibraciones.
Nada está escrito y tú puedes convertirte en una persona con alta inteligencia emocional.


Como ves, las personas con alta inteligencia emocional basan su vida en estos hábitos emocionales. Vivir una vida plena no es difícil si sabes cómo hacerlo.

 

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