La palabra Talento proviene del latín. Talentum, y ésta del griego. Τάλαντον, plato de la balanza, peso. Es un potencial que todos poseemos, es decir una serie de características o aptitudes que se pueden llegar a desarrollar dependiendo de diversas variables para lograr desempeñar una actividad u ocupación.

Es una manifestación de la inteligencia emocional, que hace que las personas siempre que nos lo propongamos podamos llegar a desarrollar una serie de aptitudes o características. Ante la pregunta de si se nace o se desarrolla hay que decir que se nace con él, aunque también se va aprendiendo si se tienen las condiciones y la motivación suficiente para su desarrollo.

El talento es un concepto muy complejo y se entiende muchas veces como una capacidad o un don. Por eso, aunque una parte indudable es la base genética, que evolucione o no depende de cada uno de nosotros.

A lo largo de nuestra vida nos han educado en infinitud de conocimientos pero no nos han educado en observar la esencia de nuestro verdadero ser, continuamente cegados y enfocados en lo que deberíamos hacer, en lo que deberíamos ser… y no en lo que ya somos; así evaluamos también a los demás en base a cómo pensamos que tendrían que hacer.

Todo éste conjunto de creencias erróneas, de valores impuestos por nuestra educación, nos cierran a la exploración de posibilidades, esto ocurre hoy día también cuando, por ejemplo a un niño que no actúa de manera lógica y esperada se le corrige, en vez de indagar en el por qué ha actuado de otra forma diferente.

Reflexionemos… “en tú interior hay más de ti de lo que crees, no te quedes en las apariencias, explora y busca los talentos ocultos, centrando tu atención en lo que quieres encontrar y no en lo que temes ser cuando comienzas a descubrirte”. Para poder conseguir todo esto, es importante que le demos un buen uso a nuestro cerebro, para que empiece a desplegar todas ésas potencialidades que estaban dormidas, con un buen entrenamiento sacaremos el máximo partido y beneficio de nuestro talento para poder reinventarnos cada día.

Necesitamos pensar de otra manera ya que si siempre hacemos lo mismo obtendremos los mismos resultados, por eso, la motivación es fundamental para movernos cada día y vivir ése presente que se abre y nos muestra que es posible disfrutar de él. Junto a la motivación se encuentra el poder de las emociones, imprescindibles en los procesos que tienen que ver con el talento. Las personas que se ilusionan y se emocionan viven de forma diferente al resto, porque su esencia se abre a un mundo nuevo desde la alegría grande de vivir, que hace que rompa con el proceso de duelo que muchas personas no viven y no superan porque nadie les ha enseñado.

Cultivemos las emociones y cuidemos de ellas para desarrollar ése talento, comenzando a vivir nuestra propia vida, desplegando todo ésa grandeza que tenemos, porque en la vida todo tiene un sentido y hay que buscar interiormente para saber sacarlo.

“Muchos creen que el talento es cuestión de suerte, pero pocos saben que la suerte es cuestión de talento”.

– Jacinto Benavente

 Beatriz Muñoz, Psicòloga  Experta en Inteligencia Emocional, Coach y Formadora.