Hay una cuestión fundamental en vacaciones: es importante que el chico pueda disfrutar del tiempo libre y descansar de lo que demanda una escuela, como el estudio, la organización, las tareas diarias y la exigencia intelectual. Por eso, los especialistas señalan que debe haber un “corte” marcado respecto de la rutina del año.

“Las vacaciones, como bien lo dice la palabra, es un momento para disfrutar, recrearse, poder jugar con amigos, vecinos y padres”, dice la psicopedagoga Rubi Fiorino. La mayoría de los papás debe continuar con sus trabajos, por lo que aconsejó pensar en actividades recreativas para que los niños desarrollen junto con los tíos, abuelos o vecinos y “no se queden todo el día en casa frente a la computadora y la televisión”, sugiere Fiorino.

“Los papás tendrán que ver cómo le arman un plan de juegos a sus hijos, salidas al teatro, al cine, a espectáculos, que siempre se intensifican en esas dos semanas. Y si el clima ayuda, es bueno que hagan actividades al aire libre”, aporta Fiorino. Para ella, “las vacaciones son un tiempo bien puesto no sólo para los alumnos sino también para los docentes que desde febrero vienen trabajando con planificaciones y trabajos institucionales”.

Hay padres que creen que sus hijos no deben desvincularse de la escuela durante las vacaciones. Si el niño tiene problemas en el colegio, hay diversas maneras de que refuerce contenidos sin tenerlo largas horas frente al cuaderno.

“Se puede leer un cuento, acompañado de mamá o papá: es divertido y se repasa la lectura. Los juegos tienen reglas, leerlas juntos es repasar. La imposición mata la motivación, hay que despertar la inquietud por saber más”, aconseja.

Por su parte, la psicopedagoga Fiorino sugiere a los docentes no dar tantas tareas pero sí prever lecturas o actividades de reflexión “que no los desconecte tanto con el aprendizaje pero que tampoco los tenga encerrados por horas”.

En vacaciones hay que diferenciar entre los chicos que han tenido dificultades escolares, de aquellos otros que asumen solos la responsabilidad del estudio. De cualquier forma, no se logra que un hijo estudie, persiguiéndolo.

La formación escolar es muy importante, pero cuando alguien no se siente bien con él mismo, no la puede aprovechar. Se debe hablar con él o ella, para lograr que sienta motivación en la vida, en el futuro, en tener logros. Entonces va a estudiar sin que lo controlen.

Para esto es importante que pueda encontrar un sentido al estudio. Una adolescente que se llevó 6 materias a marzo y corría el riesgo de repetir, dice que estudia pero pone cara de que no estudia. Puede pensarse en un síntoma, en una expresión de que algo le pasa, ya sea falta de motivación, dificultades para concentrarse, conflictos en la familia u otras razones. Como dice que le gusta mirar la tele, le dije ¿viste cómo se divierten los de la tele? Ellos hacen lo que les gusta, en cambio vos estás pasiva mirando cómo la pasan bomba los otros. Tratá de conseguir lo que te gusta, y para eso es importante que termines la secundaria. A partir de ese día descubrió que debía estudiar para ella, no para sus padres. No importaba si los engañaba porque se engañaba a sí misma.

Hijos estimulados, generalmente se motivan. Muchos padres les compran los jueguitos y después se quejan de las horas que se pasan con ellos.También hay que diferenciar entre la capacitación y la formación intelectual de un individuo, del desarrollo del ser. Lo primero es imprescindible en la vida actual, pero el desarrollo del ser, que es previo y básico, se va construyendo a lo largo de la vida. Sus cimientos son muy tempranos y si fallan surgirán síntomas e inhibiciones en las etapas posteriores que dificultarán de muchas maneras el desarrollo y el desenvolvimiento de la formación intelectual. Por lo tanto, muchos padres creen que el hijo es vago, pero en realidad no tiene un Yo maduro de acuerdo a su edad que le permita ir asumiendo dichas inquietudes escolares.