Sabado
5 de Octubre de 2024
FORMACIÓN PEDAGÓGICA INSTITUCIONAL
18 de febrero de 2018
En general podemos decir que la pedagogia es de uso comùn pero al momento de la planificaciòn surge cuestiones del ¿Còmo? ¿Cùanto?¿Dònde? y ¿A quièn? enseñamos.
Durante las jornadas de inicio del presente perìodo Lectivo 2018,el equipo docente recibe asesoramiento, desde una mirada integral, que requiere una comunidad inteligente al delinea su propio espacio de enseñanza y aprendizaje con el propòsito de educar al soberano desde nuestra identidad.
El la formaciòn situada, dictadas por el equipo Directivo del Colegio "Facundo Quiroga", al momento de resignificarel modelo de enseñanza en relaciòn a los jòvenes matriculados, es recurrente revisar el modelo "Pedagògico" contenido en el PEI (Proyecto Educativo Institucional) y PCI (Proyecto Curricular Institucional) que responde a las normativas en vigencia, emanadas del Ministerio de Educaciòn, Ciencia y Tecnologìa a Nivel Nacional y Provincial; y... de allì surge el deseo de dejar para revisiòn posterior, de la comunidad de docentes y Padres o Tutores, del Colegio, el resultado de una ronda de exposiciones realizadas durante las jornadas, en base a la lectura “Pedagogías de uso común” de Jerome S. Bruner”
En ella se utilizan las principales cuestiones del ¿Cómo?, ¿Cuándo?, ¿Dónde? y ¿Aquién?. que son ejes del modelo pedagògico-didactico. Uno de los puntos focales de esta teoría es que toma la cultura o el contexto de los alumnos porque hasta ese momento todas las teorías del aprendizaje se basaban en animales y posteriormente se realizaban prácticas en personas, Bruer decía que este aspecto hacia que dichos conocimientos diferían de la realidad.
Su propósito fue desarrollar una teoría que resolviera el enigma de la educación con todos sus elementos:
Bruner mencionaba que la psicología de uso común es el resultado de conductas internalizadas e innatas que tiene en este caso el docente y que formas va a manejar para desarrollar elconocimiento, es decir:
Enseñar es el acto de comunicar algún conocimiento o habilidad, con el propósito de que otro lo aprenda, para ello se hace uso de un conjunto de procedimientos adecuados, por lo tanto, se debe tomar la decisión de qué enseñar, en qué momento y cómo hacerlo, esto demuestra que una enseñanza profesional requiere el nivel de madurez necesario para saber cada uno de esos puntos.
El enseñante debe asumir que lo que a él le sirve para aprender un contenido no será necesariamente lo mejor para que otros aprendan eso mismo, lo más correcto es aplicar una función de mediación, entre el sujeto y el aprendizaje, mecanismos de guía que orientan al estudiante hacia una competencia cada vez mayor.
Los procedimientos que se le enseñan al alumno, probablemente, serán los mismos que empleará de manera independiente para aprender, y probablemente para enseñarle a otro, esto se demuestra por medio de dos teorías, la de Vigotsky y la de Kaye:
Vigotsky, explicó el fenómeno del habla egocéntrica, que consiste en que el preescolar se autoexplique en voz alta una tarea mientras la está ejecutando, para el tutor esto representaría un paso intermedio hacia el habla pública, que permite controlar la conducta de los demás y el habla interna, controlar y regular su propio pensamiento. En esto se observa un paralelismo entre la forma en que el niño se enseña la tarea a él mismo, y la manera en cómo la aprende.
Kaye, está de acuerdo con la relativa simetría entre el proceso enseñanza- aprendizaje, por medio de su explicación sobre la coordinación entre las operaciones que efectúa un niño para llevar a cabo una acción, lo cual no se debe a la organización innata, sino a la manera como se le enseñó esa secuencia procedimental, conforme en tiempo, el niño amplía su círculo de relaciones y de potenciales enseñantes, pero lo que consigan compartir con los niños el significado y el sentido de un contenido serán los que más afectarán su manera de proceder.
Los procedimientos utilizados, en medios no profesionales, coinciden en una circularidad en la que se hace lo mismo para aprender que para enseñar, situación que se rompe cuando se introduce algún grado de reflexión, cuando se detiene a pensar sobre qué hace para entender algo o para explicarlo y en qué variables lo hace, lo cual puede llegar a romper con la rutina “aprender como me lo enseñaron”. Pressley y Cols. marcan la necesidad de que las estrategias de aprendizaje se enseñen de forma intencional, puesto que nos han advertido de las limitaciones y peligros de determinados descubrimientos en solitario que puede efectuar un alumno.
Estas lecturas nos pareció muy útil, ya que nos muestra que aprender y enseñar son procesos simétricos y paralelos, muchas veces oìmos y leímos sobre el proceso enseñanza-aprendizaje, pero pocas veces nos detenemos a pensar que una persona enseña como aprendió, o aprende como se le enseñó, pero pensando en la experiencia personal y en la observación con los alumnos del colegio "Facundo Quiroga", como comunidad nos damos cuenta que eso es cierto, pero cuando vamos reflexionando desde lo personal, sobre cómo estamos enseñando y vamos conociendo a otras personas que nos enseñan lo mismo, podemos modificar la manera de aprender y de enseñar un conocimiento o habilidad, pero esta modificación puede ser positiva, para romper la rutina o negativa, por hacer uso de estrategias inadecuadas, así que hacer que este proceso sea correcto, dependerá del grado de madurez y reflexión.
El modelo de enseñanza que aplicamos centrado en el aprendizaje busca como producto del aprendizaje el cambio mental.
El uso que se espera de lo aprendido es para la vida y para interpretar la realidad. La responsabilidad de la organización o transformación del conocimiento es compartida o de los estudiantes.
El conocimiento se entiende como algo construido por los alumnos de modo personal. Las concepciones del estudiante se usan como base para prevenir errores y para promover el cambio conceptual. La interacción entre el estudiante y el profesor es bidireccional para negociar significados. El control del contenido recae sobre el profesor y los estudiantes. El interés y la motivación recaen sobre todo en los propios estudiantes.
En definitiva, los profesores centrados en el aprendizaje, constructivistas, desarrollan mejores actitudes en sus alumnos, y, entre ellos.
Así, todo el colegio se convierte en un centro de investigación de mayor interés.
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