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EDUCACION
1 de junio de 2019
Los nuevos tiempos requieren que el aula se convierta en el nuevo laboratorio y el profesor en un investigador de sus propias prácticas
El presente artículo tiene como objetivo dar a conocer que la Neuroeducación pasa inevitablemente por ser una ciencia eminentemente práctica, su esencia se encuentra en trasladar la plasticidad y creatividad asociada al cerebro plasmándola en nuevos escenarios metodológicos de enseñanza y aprendizaje dentro del aula.
Si bien es cierto que podemos encontrar abundante literatura científica que trata la Neuroeducación de forma generalizada, también lo es que no existe demasiada información que enseñe a implementar de forma práctica el uso de la misma dentro del aula de una forma sencilla, clara y atractiva para el docente y alumno, proporcionando además pautas de aplicación inmediata que traten de desarrollar aspectos claves en Neuroeducación como por ejemplo: el funcionamiento y la plasticidad del cerebro, las emociones, la atención, la memoria, el equilibrio entre el cuerpo y la mente, la creatividad, la socialización y la cooperación etc.
En este sentido, el docente puede iniciarse en un cambio de paradigma metodológico educativo enfocado desde el prisma de una enseñanza basada en la práctica Neuroeducativa.
Por tanto, desde esta nueva perspectiva práctica Neuroeducativa el aula se constituye en un verdadero campo de pruebas de reflexión, donde el colegio Facundo Quiroga experimenta junto con el profesor , nuevas estrategias de aprendizaje que permitan atender a un alumnado cada vez más diverso, que presenta en ocasiones déficits atencionales (TDHA) o necesidades educativas especiales, y que demanda nuevas formas de aprender basadas en el conocimiento físico y emocional, la experiencia, la prueba, el ensayo y el error, la diversión, el juego, la cooperación y el descubrimiento.
Según Hattie “sabemos que casi todo lo que hagamos en el aula tiene una incidencia en el aprendizaje de los alumnos” (2012). En este sentido, no sería justo que disponiendo de nuevos conocimientos científicos acerca de cómo funciona nuestro cerebro y de nuevas herramientas tecnológicas no reinventáramos nuevos formatos, espacios y contextos de aula que permitan aprender de una forma más lúdica y motivante, sin duda nuestro alumno lo agradecerá pero nosotros como docentes todavía más.
El currículum de aprendizaje debe aborda una formación multidisciplinar en Neuroeducación.
Las neuronas espejo son un grupo de células cerebrales que se activan tanto cuando realizamos una acción como cuando observamos a alguien realizarla. Y no solo ocurre con acciones, sino también con las expresiones emocionales. Por ello se cree que son la base de la empatía y de la adquisición del lenguaje. Los conocimientos sobre las neuronas espejo son muy importantes para la neuroeducación o neurodidáctica.
Las emociones interactúan con los procesos cognitivos, por ello una parte clave de la neuroeducación se refiere a manejar las emociones para que no solo no interfieran sino que beneficien el proceso de aprendizaje. Se pretende enseñar a los niños a ser conscientes de sus sentimientos y tomar el control de estos y de su conducta. Es importante que aprendan a reconocer cuando están enfadados, tristes y poder manejar esta emociones. Además, un alto nivel de estrés dificulta el aprendizaje, por ello es importante crear un buen clima de aprendizaje, sin estrés, y enseñarles a manejar la ansiedad.
Pero no solo gestionar las emociones negativas nos ayuda a mejorar nuestro rendimiento académico, sino que se sabe también que el aprendizaje de material que evoque emociones se aprenderá mejor y será más permanente. Esto es lo que se llama un aprendizaje significativo.
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