Jueves 28 de Marzo de 2024

EDUCACION

17 de septiembre de 2020

La importancia de escuchar a nuestros hijos

Saber escuchar lo que nuestros hijos tienen que decirnos es tan importante como enseñarles a ser personas de bien.

Muchas veces no nos paramos a pensar en las palabras que utilizamos con nuestros hijos e hijas y que, inevitablemente las “palabras educan”.

Muchas veces no nos paramos a pensar en las palabras que utilizamos con nuestros hijos e hijas y que, inevitablemente, están interviniendo en su proceso educativo. Y es que las palabras crean realidades, por eso es tan importante que seleccionemos bien las que usamos con nuestros hijos.

La importancia de escuchar a nuestros hijos

Las palabras son muy importantes, pero no solo hablamos nosotros, nuestros hijos también y, por lo tanto, tenemos que escucharles. Para ejemplificar la importancia de escuchar lo que nuestros hijos e hijas tienen que decirnos. Y, aveces hay alumnos en clase que suele decirnos: “Si no me escuchas, no existo, profe”. Y así es. Nuestros hijos tienen que sentir que les valoramos, que nos pueden contar cualquier cosa, que les hacemos caso. Pero, cuidado, no nos agobiemos. Como “no nos lo van a contar todo”, pero en caso de que quieran hacerlo, deben saber que pueden contar con nosotros.

Sí vs. No

Los ‘sí’ y ‘no’ como unas de las más poderosas palabras: “Quien consiga el dominio del sí y del no, es decir, decir sí cuando quieres decir sí y decir no cuando quieres decir no, quien consiga este dominio tendrá mucho camino avanzado”.

En cuanto al ‘no’, los padres debemos ser “los maestros del no”. Pero para esto no hay ninguna receta, “porque esto depende de nuestra escala de valores que se construye con sentido común y visión de futuro: ¿Quiero que sea independiente? Porque si quiero eso, voy a tener que hacer unas cosas y si quiero que siempre dependa de mí, haré otras”.

Como siempre decimos, nosotros somos los principales referentes de nuestros hijos y, por lo tanto, de nuestras acciones derivarán gran parte de sus aprendizajes. Es por esto que si nosotros marcamos límites y les decimos ‘no’ cuando creemos conveniente –como hemos dicho, siguiendo nuestra escala de valores– les estaremos dando ejemplo y enseñando límites. Esto es muy importante porque queremos que nuestros hijos e hijas aprendan a decir que no cuando la situación lo requiera. “Los niños necesitan saber dónde están las paredes y los muros para no darse golpes”.

En cuanto a la palabra ‘sí’, cabe aclara que “debemos decirla más que el no, porque el no es una especie de tesoro que debe estar reservado para las cosas muy claras, a las normas”.

Otra palabra clave: yo

Tenemos que tener en cuenta que tenemos delante a una persona que merece ser tenida en cuenta. Y por eso tenemos que escucharles, preguntarles por cosas cotidianas y también por sus sentimientos, ¿cuáles son sus puntos fuertes? ¿los conocen? ¿se los habéis dicho?

“Yo es la palabra con la que ellos construirán su ‘no’ y su ‘sí’ cuando les toque, frente al botellón o frente a la oferta de tentaciones. Y nosotros tenemos que ayudarles a construir este ‘yo’ dejándoles espacio, sin sobreprotegerles, poniéndoles retos adecuados a su edad”.

Intimidad y privacidad

Intimidad y privacidad son palabras muy importantes que derivan de la palabra ‘yo’, y cobran aún más relevancia en esta época dominada por el poder de internet y las redes sociales. Por eso debemos apunta que “tenemos que enseñarles la diferencia entre la intimidad y la privacidad, porque lo privado es algo que yo quiero abrir si quiero, pero lo íntimo es algo que sucede dentro de mí, con la puerta cerrada. Tenemos que enseñarles esta diferencia para que aprendan a compartir lo privado con quien quieran, pero preservar la intimidad”.

Te quiero

El refuerzo positivo tiene consecuencias muy favorecedoras que repercuten en la autoestima. Por eso tenemos que encontrar motivos todos los días para decírselo a nuestros hijos e hijas, “si nos acostumbramos a pensar al final del día cuál ha sido nuestro momento más feliz, en el 99% de los casos está relacionado con nuestros hijos, con un momento de ternura, una mirada…”, se lo aseguro.

 

Estas son algunas de las palabras que hoy le cuento y que hay muchas más que debemos tener en cuenta en la educación de nuestros hijos. ¡Pero no son las únicas!  Cada madre, cada padre o abuelos tiene sus propias palabras es cuestión de ponerlas en práctica desde los valores que se construyen en la familia, así el mañana de nuestros hijos va ser mejor que el porvenir de la vida.

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